Montando la cabezada de trabajo de tu caballo

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Bienvenidos una vez más al artículo de hoy. En esta ocasión, responderemos a una pregunta que nos han hecho frecuentemente: ¿cómo se desmonta y monta correctamente una cabezada de trabajo para caballos? Describiremos el paso a paso para que puedas hacerlo de manera efectiva.

Lo primero que debemos tener en cuenta es que cada cabezada puede tener ciertas variaciones en su diseño, pero en general, el proceso de desmontaje es sencillo. Debemos quitar los correajes y hebillas y desarmar la cabezada pieza por pieza.

Es recomendable aprovechar un momento de limpieza intensiva para desmontar por completo la cabezada. De esta manera, podremos limpiar y nutrir adecuadamente las piezas del cuero y reforzar su durabilidad.

Comencemos con la parte superior de la cabeza, conocida como testera. La testera es la parte donde apoyamos la cabeza del caballo en la nuca. En esta sección, encontraremos correas de igual longitud en el lado izquierdo y correas de distinta longitud en el lado derecho, debido a la presencia del ahogadero o ahogaíto, que se encuentra enganchado por un correaje adicional.

En la testera también encontramos la muserola, que siempre debe pasar por debajo del montante general al armar la cabezada. Es importante destacar que algunos diseños actuales incluyen un tragadero en lugar del ahogadero.

A continuación, pasemos a la frontalera. Esta es la parte donde comienza a formarse la cabezada. En el lado izquierdo, donde se encuentran las correas de la muserola y las dos correas más cortas, debemos insertar la frontalera de manera que quede bien colocada y forme el inicio de la cabezada.

Es importante tener en cuenta que si la frontalera tiene algún diseño o relieve hacia abajo, debemos asegurarnos de que este quede hacia abajo también. En el caso de cabezadas anatómicas, que tienen un montante de la nuca más grande, se debe introducir la frontalera desde abajo por las correas inferiores en lugar de pasarla por encima.

Una vez que las correas están en su lugar, debemos unir los extremos y pasar por fuera el montante y por dentro la muserola. Lentamente iremos subiendo las correas hasta dar forma a la cabezada, que posteriormente se apoyará en la nuca del caballo.

No olvidemos asegurar todas las correas con sus topes correspondientes para evitar que queden sueltas. Es recomendable aprovechar este proceso para ajustar las correas a la medida adecuada para la cabeza del caballo, utilizando los diferentes agujeros disponibles.

Un aspecto importante a tener en cuenta es que las correas de las dos muserolas deben estar a la misma altura una vez adaptada la medida. Esto garantizará una presión equilibrada en ambos lados de la cabeza del caballo, brindándole mayor comodidad.

Ahora pasemos a la parte donde se coloca el bocado. En primer lugar, debemos agregar dos carrilleras, que son las correas más cortas, a cada lado de la cabeza. En el lado izquierdo, donde encontramos las carrilleras, también debemos colocar el cierrabocas, si el caballo lo utiliza.

Una vez colocados los topes correspondientes, es hora de enfocarnos en el hierro del bocado. Es importante recordar que los filetes o bocados tienen una posición correcta de colocación, con la curva hacia adelante y la parte recta hacia atrás. Esto evitará que el filete pellizque o se clave en el paladar del caballo.

Finalmente, debemos sujetar las anillas del hierro a las carrilleras. Hay que tener en cuenta que este proceso es similar tanto para los filetes como para los bocados.

Una vez que tenemos todo en su lugar, es recomendable revisar que todas las piezas estén correctamente colocadas. Debemos asegurarnos de que el montante esté debajo de la muserola, que la frontalera y la muserola estén hacia adelante y que las semillas de las correas de las muserolas estén a la misma altura.

Es crucial cuidar y limpiar adecuadamente la cabezada regularmente. Siempre recomendamos aplicar grasa y nutrir las piezas de cuero para mantener el material en buen estado. Esto garantizará su durabilidad y evitará que se deteriore con el paso del tiempo.

En conclusión, montar y desmontar una cabezada de trabajo para caballos puede parecer complicado al principio, pero con práctica y cuidado, se puede lograr. Es importante seguir los pasos mencionados anteriormente y asegurarse de que todas las piezas estén correctamente colocadas antes de utilizarla en el caballo. No debemos olvidar el cuidado regular del material para mantenerlo en buen estado y prolongar su vida útil.

Esperamos que este artículo haya sido útil y que ahora te sientas más preparado/a para desmontar y montar tu propia cabezada de trabajo. Recuerda que puedes consultar otros artículos en nuestro sitio web para obtener más información y mantenerte actualizado/a en el mundo de los caballos. ¡Nos vemos en el próximo artículo!