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Después de recibir muchas peticiones, hoy vamos a hablar sobre el trote sentado en la equitación. Al igual que en el trote levantado y en el galope, la posición y el equilibrio son fundamentales en esta disciplina. En este artículo, te explicaremos cómo realizar el trote sentado correctamente y los errores más comunes que debes evitar. También daremos algunos consejos para mejorar tu técnica.
La importancia de la posición
Una de las principales preocupaciones de los jinetes al realizar el trote sentado es mantener una posición adecuada. Muchos cometen el error de tensar excesivamente su cuerpo, lo cual puede afectar el equilibrio y provocar movimientos bruscos en el caballo. Por otro lado, relajar el cuerpo en exceso puede resultar en una falta de estabilidad y sensibilidad en los movimientos del caballo.
Para lograr un equilibrio óptimo en el trote sentado, es importante tener una cierta tensión en el cuerpo sin ser demasiado rígidos. Uno de los errores más comunes es levantar demasiado las rodillas y agarrarse con ellas, lo cual provoca que se pierda el contacto con los estribos. Lo ideal es relajar la pierna y abrazar al caballo con toda la pierna, no solo con la rodilla.
Además, es fundamental que la cabeza y el torso del jinete se mantengan rectos, evitando caer en una postura encorvada. Acompañar el movimiento del caballo con la parte superior del cuerpo es esencial para mantener un equilibrio perfecto.
Consejos para el trote sentado
Al realizar el trote sentado, debes seguir el movimiento del caballo de tal manera que te sientas como una extensión de él. Este acompañamiento es difícil de explicar, pero cuando se logra, se nota de inmediato. Es importante no esperar pasivamente a que el caballo realice el movimiento, sino anticiparlo y realizarlo al mismo tiempo.
Otro aspecto a tener en cuenta es la tensión en la parte superior del cuerpo. Si estás muy tenso, el caballo percibirá esa tensión y será más difícil realizar una conexión armoniosa. Por otro lado, si estás demasiado relajado, perderás el equilibrio y parecerás como un «saco de patatas». La clave está en encontrar un equilibrio entre la tensión y la relajación, manteniendo una postura recta y controlada.
En cuanto a la posición de las piernas, debes intentar avanzar lo máximo posible sin tensionar los músculos. Esto te ayudará a mantener el equilibrio y a no aislar las manos. También es recomendable cruzar las manos sobre el pecho o colocarlas en la cintura para mejorar el equilibrio con ambas manos.
Conclusiones
En resumen, el trote sentado es una disciplina que requiere de una posición y equilibrio adecuados. Evitar los extremos de tensión y relajación, acompañar los movimientos del caballo y mantener una postura recta son las claves para dominar esta técnica. Recuerda que la práctica constante y la supervisión de un instructor son fundamentales para mejorar tu técnica.
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