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El Mustang salvaje, también conocido simplemente como Mustang, es una raza de caballos que se originó en Estados Unidos. El nombre Mustang proviene de la palabra mexicano-española «mesteño», que significa callejero, salvaje o sin dueño. Estos caballos se encuentran tanto en estado salvaje, deambulando libremente por los pastizales del Oeste americano, como en cautiverio como cualquier otra raza de caballo. Tienen una altura promedio de entre 1.40 y 1.50 metros a la cruz y un peso aproximado de 360 kilos.
Los Mustang pueden presentar cualquier color de pelaje, incluyendo los patrones a pelusas, pintos, atigrados y primitivos. Los pelajes más comunes son los Colorados y los Alasanes. La mayoría de los Mustang pueden galopar a velocidades de 40 a 48 kilómetros por hora, pero se ha registrado que un Mustang alcanzó los 88 kilómetros por hora en una distancia corta.
En cuanto a su alimentación, los Mustang principalmente se alimentan de pasto y maleza que pueden obtener de las vastas tierras públicas de aproximadamente 10 millones 900,000 hectáreas donde tienen la libertad de correr. Estas tierras se dividen en 10 áreas ubicadas en varios estados de los Estados Unidos. También existen reservas en la costa atlántica y en las islas de Sable, Shackleford y Assateague.
La historia del Mustang comenzó en el siglo XVI, cuando los españoles que invadieron América liberaron alrededor de 10,000 caballos para evitar que los nativos americanos robaran su ganado doméstico. Contrario a lo que se piensa, estos caballos no eran de las razas andaluza o española, sino de una raza primitiva de la Península Ibérica conocida como caballos de la Retuertas.
A lo largo de los siglos, se fueron introduciendo diferentes razas de caballos en las manadas de los Mustang, tanto de forma accidental como por decisión de los humanos. Esto ocasionó que las características de los Mustang varíen de una manada a otra. No obstante, los Mustang han dejado un impacto significativo en la vida de los nativos americanos y han cambiado por completo su estilo de vida en las grandes llanuras.
Con la llegada de los colonos europeos al Oeste, trajeron consigo sus propios caballos, algunos de los cuales se perdieron en peleas con los nativos o fueron liberados al ver a las manadas de Mustang corriendo libres en las llanuras. Por otro lado, las manadas de caballos salvajes del este de los Estados Unidos fueron forzadas a ir hacia el oeste debido a la expansión de la civilización. A medida que las manadas del este se unieron a las del oeste, se introdujo sangre de caballos franceses y de la raza frisón oriental.
En el siglo XIX y principios del siglo XX, el gobierno de los Estados Unidos compró en Alemania alrededor de 150 sementales por año de la raza frisón oriental de estilo antiguo, que se utilizaba para jalar la artillería del ejército y los carros de carga durante la Guerra Civil y las batallas en el oeste con los nativos. Muchos de estos caballos se escaparon y se unieron a los Mustang. La mayoría de los Mustang son de sangre caliente, pero también se pueden encontrar algunos de tiro ligero. Aunque la sangre española se ha diluido, muchos de los caballos todavía presentan características españolas.
Durante mucho tiempo, se creyó que ya no quedaban Mustangs puros de tipo español en las manadas salvajes, pero en los últimos años se han encontrado algunas manadas pequeñas en áreas muy aisladas donde se ha descubierto, mediante análisis de sangre, que mantienen casi todo su ADN de la cría. Entre estas manadas se encuentran los Kigers y los Airbag Mustang.
Los Mustang viven en manadas, que están conformadas por un semental y alrededor de 8 hembras y sus crías. Cada manada está dirigida por una yegua y un semental de más de seis años. En situaciones peligrosas, la yegua líder llevará a su manada a un lugar seguro, mientras que el semental se quedará a pelear.
En cuanto a la reproducción, las yeguas dan a luz en abril, mayo y principios de junio, lo cual les da tiempo a los potros para crecer antes de los meses fríos del año.
La población de Mustangs corrió sin control hasta finales del siglo XIX. Desde 1850 hasta 1900, los vaqueros los atrapaban, domesticaban y vendían en el Salvaje Oeste. A principios del siglo XX, había alrededor de 2 millones de Mustangs en libertad, lo cual se convirtió en un problema cuando compitieron con el ganado y otros animales por los recursos, resultando en la degradación del suelo.
Para resolver este problema, muchos rancheros comenzaron a disparar a los Mustangs y el ejército de los Estados Unidos capturó muchos para su uso en la caballería. Uno de los Mustangs más famosos fue El Comanche. Para 1926, la población de Mustangs salvajes se había reducido a la mitad.
Fue hasta la década de 1970 que se aprobaron leyes para proteger a los caballos salvajes. Actualmente, la población de Mustangs en libertad se estima en cerca de 30,000. En 1971, el Congreso de los Estados Unidos aprobó la Ley de Burros y Caballos Salvajes que los declaró como símbolos vivos del espíritu histórico y pionero de occidente, lo cual permitió su gestión y control.
En 1973, se inició el programa «Adopta un caballo», como una forma de distribuir el exceso de animales. A través de este programa, los animales en exceso se ponen a disposición del público por un costo de 125 dólares por cada caballo o burro. Los adoptantes deben cumplir con ciertos requisitos de transporte y alojamiento seguros para el animal. Los animales siguen siendo propiedad del gobierno durante un año después de la adopción, y al final del año se requiere que el adoptante presente una declaración de un veterinario que certifique que el animal ha recibido el cuidado adecuado. Después de aprobarse, se emite un certificado de título y el animal se convierte en propiedad legal del adoptante.
Aunque los Mustangs requieren entrenadores experimentados, pueden ser domesticados y montados como cualquier caballo. Por lo general, se vuelven tan manejables como los caballos criados en granja desde su nacimiento. Los Mustangs domesticados han demostrado ser muy versátiles y se utilizan para paseos y trabajos en los ranchos.
Uno de los eventos más famosos relacionados con los Mustangs es el «Extreme Mustang Makeover», en el cual los entrenadores compiten para ver quién puede tomar un Mustang salvaje al más alto nivel en solo 100 días.
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