Identificación y tratamiento de lesiones en equinos

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En este artículo, hablaremos sobre una lesión común en los caballos conocida como «arte». Para ello, hemos entrevistado al doctor Eduardo Rubiano, médico veterinario de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales.

La lesión del arte se caracteriza por la hiperflexión de la articulación del tarso, que los propietarios suelen notar cuando el animal realiza acciones como levantar excesivamente la extremidad posterior o durante el entrenamiento. Esta lesión puede ocurrir en cualquier raza de caballo, pero es más común en el Caballo Criollo Colombiano. Aunque la presentación puede variar, en esencia se trata de la misma patología.

Para confirmar la presencia de esta lesión, se recomienda realizar exámenes complementarios como radiografías y, en algunos casos, ecografías de los tejidos blandos para evaluar los tendones y articulaciones del tarso.

Cuando se confirma la lesión, el tratamiento suele ser quirúrgico. Sin embargo, la cirugía no es urgente y se puede programar con anticipación. La técnica quirúrgica tradicional consistía en la «desmotomía», es decir, la extracción de un pedazo del ligamento extensor digital lateral. Sin embargo, en la Universidad hemos modificado esta técnica y ahora realizamos una translocación, es decir, movemos el tendón del extensor digital lateral a otro lugar.

Como en cualquier cirugía, pueden surgir complicaciones. Durante el procedimiento quirúrgico, existe el riesgo de dañar un vaso sanguíneo cercano al tendón, lo que requeriría una cirugía vascular más complicada. Además, pueden surgir complicaciones posteriores, como infección o adherencias, que afectan el pronóstico del paciente.

La recuperación después de la cirugía suele ser favorable, con más del 90% de los pacientes recuperándose completamente para su vida deportiva y diaria. Sin embargo, es importante seguir un protocolo de manejo adecuado. Durante las primeras dos semanas, el caballo debe descansar y luego se debe implementar un programa de ejercicio progresivo durante los dos meses siguientes hasta que pueda retomar su rutina normal.

En cuanto a la reproducción, hay diferencias de opinión. Si bien no se considera que el arte sea una enfermedad hereditaria, sí existe una predisposición anatómica que se puede transmitir. En general, se recomienda incluir a los animales operados en programas de reproducción, ya que la incidencia de la lesión en los descendientes es baja.

Agradecemos al doctor Rubiano por su participación en este artículo y esperamos contar con su presencia en futuras ocasiones.