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En el mundo de los caballos, uno de los temas más fascinantes es el estudio de los andares del caballo criollo colombiano. Este tipo de caballo ha evolucionado a lo largo de miles de años, adaptándose tanto al medio ambiente como a las prácticas culturales y la selección genética realizada por el ser humano. En este artículo, exploraremos las características de los andares del caballo criollo colombiano y cómo se han convertido en una parte integral de la identidad equina en nuestro país.
El caballo criollo colombiano se mueve en diferentes andares, siendo los más conocidos el paso fino, la trocha, el galope y el trote. Estos andares son estudiados detalladamente en la formación técnica de estudiantes de administración de empresas equinas, quienes aprenden a identificar las fortalezas y debilidades de los caballos criollos en relación a su movimiento.
El paso fino es un andar que se caracteriza por movilizarse en cuatro tiempos laterales. Cada extremidad se mueve de manera idéntica a las demás, creando una cadencia alta y una elevación media-baja. Es un andar de una gran suavidad y elegancia, en el cual el jinete se mueve levemente hacia los lados. Este andar demanda un gran desgaste físico por parte del caballo debido a la cantidad de movimientos realizados en corto tiempo y espacio.
La trocha es otro andar del caballo criollo colombiano, que se mueve en cuatro tiempos diagonales. Es un andar rápido y enérgico, con una mayor cadencia y energía en comparación al paso fino. El jinete se mueve moderadamente de arriba hacia abajo sobre la cabalgadura. Este andar puede ser realizado de manera rasante o lanzada, dependiendo de las características genéticas de cada caballo.
El galope es un andar en tres tiempos, en el cual el caballo se impulsa con una pata y se apoya con la diagonal correspondiente. Este andar se combina generalmente con la trocha o el trote, y se caracteriza por su elegancia y suavidad. El galope puede ser ejecutado por derecho o por izquierdo, dependiendo de la pata con la cual el caballo arranque el aire.
El trote, por su parte, es un andar colombiano que se mueve en dos tiempos diagonales alternados. El caballo eleva un bípedo dominante compuesto por la mano derecha y la pata izquierda, seguido del otro bípedo dominante compuesto por la mano izquierda y la pata derecha. Este andar se diferencia del trote tradicional de otros países, ya que se mueve en dos tiempos alternados y sucesivos.
En conclusión, los andares del caballo criollo colombiano son una parte importante de su identidad y de la cultura equina en nuestro país. Cada uno de estos andares tiene sus propias características y demandas físicas, lo que los convierte en un fascinante objeto de estudio para los amantes de los caballos. Si deseas conocer más sobre este tema y estar al día sobre el mundo de los caballos, te invitamos a leer otros artículos de nuestro sitio web donde podrás encontrar información valiosa sobre el mundo ganadero y equino.