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Durante el proceso de doma y en el día a día en el manejo de los caballos, siempre existe la posibilidad de cometer errores que pueden generar vicios o mañas en los caballos. Martín Otxoteko nos explicará cómo se generan estas mañas y cómo abordar su resolución.
Las mañas en los caballos suelen surgir por un mal manejo, ya sea por violencia o por no saber cómo interactuar adecuadamente con el caballo. Muchas veces, estas mañas se producen debido a una falta de claridad en las órdenes o a una falta de autoridad por parte del jinete. Algunos caballos, especialmente aquellos que han sido malcriados o a los que se les ha permitido hacer lo que quieren, también pueden desarrollar mañas debido a su interpretación libre de las situaciones.
Por ejemplo, podemos tomar el caso de una potranca que está siendo amadrinada. Esta potranca tiene la maña de plantarse y pegarse al momento de salir sola. Sin embargo, cuando está junto a una yegua, no presenta este problema. Este comportamiento puede ser el resultado de una fuerte dependencia hacia la yegua y un intento por seguir su círculo de acción.
En mi experiencia, he visto todo tipo de mañas en los caballos durante los últimos 67 años, y me he dedicado más a resolver estas mañas que a la doma en sí. Las mañas pueden manifestarse tanto cuando el caballo está montado como cuando se trabaja con él desde el suelo. Una de las mañas que he observado recientemente es la mencionada anteriormente, en la que el caballo se pega demasiado a la yegua. Sin embargo, tengo una idea de cómo abordar este problema y voy a probarla.
Lo primero que haré es probar cómo maneja la potranca cuando estoy montado. Luego, pondré a la yegua en el medio y empezaré a agrandar los círculos en forma de espiral. Si el caballo sigue pegado a la yegua y se descontrola, podré evaluar si mi enfoque funciona o no. Agradezco a Manchas por ayudarme con este proceso.
Es importante recordar que cada caballo es único y las mañas pueden variar. Por lo tanto, es fundamental abordar cada situación de forma individualizada y adaptar las técnicas de resolución de mañas a las necesidades y personalidad del caballo en cuestión.
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