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A continuación, presentaremos un artículo donde evaluaremos correctamente el balance al trabajar la herrería en los caballos y los errores más comunes que se presentan en este proceso. Para poder hablar de los criterios básicos de balance, es necesario que conozcamos en detalle la anatomía del pie del caballo. A partir de ahí, derivamos todo el fundamento de lo que realmente implica hacer podología y herrería.
No podemos simplemente pensar que aplanando la superficie y aplicando un pedazo de hierro, lograremos que el caballo se desplace cómodamente. Hay un sinfín de estructuras que debemos considerar, desde la conformación del caballo hasta el tipo de actividad que desempeña. Para poder tomar decisiones acerca del balance final del caballo, debemos entender el balance del pie del caballo desde la base.
El casco del caballo es una estructura flexible dividida en tres regiones anatómicas: la muralla, la suela y la ranilla. El casco crece continuamente a lo largo de la vida del animal, de forma similar a lo que sucede con las uñas en los humanos. El crecimiento anatómico del casco compensa el desgaste de la suela contra el piso en los caballos que no tienen desgaste natural, por lo que el herrador debe rebajar el casco con frecuencia.
Cuando comenzamos a trabajar en el casco del caballo, nuestro punto prioritario debe ser normalizar la anatomía del pie del caballo. Esto se realiza al momento del herraje, donde debemos acercar esa estructura anatómica al balance adecuado para ese caballo en particular. Durante las cinco semanas de crecimiento entre un herraje y otro, todas las estructuras externas del casco crecen y se desarrollan. Sin embargo, debemos prestar especial atención a la pinza y al talón.
La pinza y el talón crecen y sufren cambios de alineación después del herraje, lo que puede afectar el balance del caballo. Un casco balanceado después del herraje estará en balance después de aproximadamente cinco semanas en promedio. Es por eso que la labor del herrero es necesaria para garantizar la salud y el desempeño del caballo.
Desafortunadamente, se cometen errores con frecuencia en los procesos de herrería. Muchas veces, se intenta corregir todo en un solo herraje, desde detalles anatómicos simples hasta detalles de conformación que solo producirán daños. Además, las opiniones de personas no involucradas en el tema pueden llevar a una mala toma de decisiones por parte del herrero, ya sea por falta de conocimiento de los argumentos o falta de capacidad de expresión.
Uno de los errores más frecuentes en el herraje es no lograr el balance adecuado. Esto implica que el caballo estará permanentemente desbalanceado durante toda su vida. Esto ocurre con mayor frecuencia en caballos de trabajo. Los errores en el balance del pie del caballo se deben principalmente a tres o cuatro puntos básicos: falta de capacitación de las personas involucradas en la herrería, falta de conocimiento de la anatomía específica del pie del caballo y la biomecánica involucrada en cada labor, y la falta de herramientas adecuadas para realizar las labores con precisión y pulimento necesarios para obtener los mejores resultados.
Exploremos en detalle el concepto de primer y segundo tiempo de apoyo en el pie del caballo. El primer tiempo de apoyo es cuando el caballo sostiene su peso sobre el suelo, momento en el cual la muralla carga el peso. El segundo tiempo de apoyo es cuando el caballo pone su peso sobre sus miembros, lo cual expande las estructuras del casco. Respetando estos tiempos de apoyo, debemos tener en cuenta varios aspectos importantes, como la ubicación del clavo, el espacio mínimo necesario en la herradura para permitir el movimiento y la alineación adecuada de la línea de cuartilla y lumbre.
En casos de errores en el herraje, se pueden observar cortes exagerados en el vértice del talón, lo que compromete la estructura que contacta el suelo. También se pueden presentar cortes radicales en las barras, que son parte del aparato de soporte de la parte posterior del casco. Estas prácticas comprometen el desempeño biomecánico del caballo y su utilización futura.
Es importante destacar que la labor de recortar el casco y aplicar la herradura se realiza con frecuencia, y debe ser realizada de la mejor manera posible. Ahorrar costos en este proceso puede comprometer el desempeño y la vida futura del caballo, sin importar la actividad que realice.
En conclusión, el balance adecuado del pie del caballo es fundamental para su salud y desempeño. Es necesario conocer la anatomía específica del pie del caballo y la biomecánica involucrada en cada labor. Los errores en el herraje pueden comprometer la salud y desempeño del caballo. Por ello, es crucial contar con herradores capacitados, que utilicen las herramientas adecuadas y que realicen el herraje con precisión y pulimento. Recuerda que en nuestro sitio web podrás encontrar más artículos relacionados con el mundo de los caballos para estar al día y aprender más sobre este fascinante tema.