¡Bienvenido a bordo del equipo de caballo.pro! Nos entusiasma que hayas decidido emprender este viaje de descubrimiento y conocimiento sobre estos seres elegantes. Estás ante la oportunidad de empaparte de una fuente de conocimiento equino, preparada minuciosamente para informarte y deleitarte. Visualizamos tu pasión por la sabiduría y, montando esa ola de interés, te sugerimos añadir a tu experiencia un artículo intrigante sobre centauro bariloche excepcional. Este material complementario se encuentra disponible para enriquecer y añadir más emoción a tu aventura del aprendizaje. Así que coloca tu silla cómodamente, que tu travesía por el conocimiento ecuestre empieza ahora con nuestro apoyo. ¡Disfruta de la lectura!
El criollo mexicano es considerado el caballo por excelencia de México. Este noble animal ha estado presente en nuestra historia, desde los conflictos bélicos hasta la labor en el campo para alimentar a miles de mexicanos. Es una parte importante de nuestra cultura, y no se puede hablar de México sin mencionar la imagen de un charro montado en su caballo.
Desafortunadamente, hemos relegado al criollo mexicano y hemos mostrado preferencia por razas extranjeras como el cuarto de milla y el frisón. Durante muchos años, nadie mostró interés en conservar al criollo mexicano, llegando incluso a estar en peligro de extinción. Sin embargo, nunca es tarde para corregir nuestros errores y abrir los ojos.
Hoy en día, el criollo mexicano está recuperando su importancia gracias al interés de personas como Humberto Arronis de «Tomando sobre la mesa» y David Alonso de «Doma Natural». El propósito de esta serie es dar a conocer y difundir la primera raza de caballos que se formó en México, así como resaltar todas sus cualidades y características. Queremos que más personas se interesen en él y que podamos presumirlo con orgullo.
Si tú también quieres ayudar a difundir esta raza y mostrar tu apoyo a quienes están trabajando en su rescate, comparte este artículo con alguien a quien creas que también le pueda interesar. Juntos, podemos crear conciencia y tal vez incluso formar una asociación para la conservación del caballo criollo mexicano, e incluso desarrollar nuevas razas mexicanas basadas en él.
Pero, ¿de dónde viene realmente este caballo? Para responder a esa pregunta, dividiremos esta serie en seis partes: los orígenes, el inicio, la prueba de fuego, el renacer, el criollo hoy en día y el gran secreto.
En los videos que forman parte de «los orígenes», hablaremos sobre las razas de las cuales desciende el criollo mexicano. Tomaremos como punto de partida las razas que llegaron por primera vez a México con los españoles, que no eran los caballos españoles que conocemos hoy en día, como el andaluz o el lusitano.
Los caballos españoles que trajeron los conquistadores eran de cinco razas distintas: el sorraia, el garrano, el galiceno, el bereber y el árabe. En cada video de esta serie, nos adentraremos en cada una de estas razas y exploraremos sus características.
En la sección «el gran secreto», revelaremos hallazgos científicos recientes que nos dejarán impactados. Aunque los españoles trajeron caballos a América, se han encontrado fósiles que prueban que ya había caballos en Norteamérica, que convivieron con los nativos americanos. Además, se han descubierto pinturas en cuevas que muestran a los nativos montando caballos mucho antes del descubrimiento de América.
En «el inicio» de la historia del criollo mexicano, hablaremos de cómo las razas que dieron origen a este caballo se fueron cruzando y conformando su fenotipo y genotipo desde la conquista hasta la independencia de México. Durante ese periodo, se llevaron a cabo estrictos programas de cría para evitar la mezcla de las razas de élite (bereber y árabe) con las razas de trabajo (orían y garrano). Los españoles se tomaron muy en serio la equitación y tenían prohibido a los nativos y mestizos montar caballos de raza de élite.
Sin embargo, después de la independencia, estas restricciones se levantaron y las cinco razas empezaron a cruzarse libremente. Esto marcó el nacimiento del criollo mexicano, ya que dejaron de existir las razas puras y surgieron caballos cruzados. Muchos de ellos quedaron en libertad, vagando por las praderas y montañas de México.
En la sección «prueba de fuego», veremos cómo el criollo adquirió su rusticidad y resistencia, gracias a un proceso de selección natural en el cual solo los más fuertes y adaptados al paisaje sobrevivieron. Esto duró alrededor de 100 años, hasta que estalló la Revolución Mexicana y comenzó la sección «el renacer». Durante esta época, la gran demanda de caballos para la guerra llevó a capturar a todos los caballos en libertad.
En esta captura masiva, se añadió una nueva sangre al criollo mexicano: la del purasangre inglés. El ejército mexicano utilizó esta raza de caballos en la Revolución para combatir a los rebeldes. Después de cada batalla, los caballos que lograban escapar formaron nuevas manadas en libertad, lo que permitió el cruce entre el purasangre inglés y el criollo mexicano.
Finalmente, en la sección «el criollo hoy en día», veremos cómo, a causa del auge de razas como el cuarto de milla, los criollos fueron desplazados de las grandes poblaciones y solo se conservaron en las rancherías más alejadas de la civilización, donde siguen siendo indispensables para las labores del campo y el ganado. Debido a la combinación de todas las razas que formaron al criollo, se desarrollaron distintas variantes de la misma raza.
Este resumen apenas toca la superficie de lo que abarcará esta serie llamada «El origen del criollo mexicano». Si deseas conocer en detalle toda la historia, te invitamos a suscribirte al canal y no perderte ningún episodio de la serie. Si tienes algo que aportar o preguntas, déjalos en los comentarios y con gusto te responderemos. Si te ha gustado el contenido, no olvides darle comentario o reenvía el artículo a alguien que le pueda interesar y compartirlo para que más personas puedan conocer y apoyar al criollo mexicano.
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