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En este artículo, vamos a hablar sobre la forma en que el experto en doma Martín Otxoteko se acerca a los caballos de una manera no violenta y busca construir una relación basada en la confianza.
Muchas veces, se ha impuesto la idea de que para establecer liderazgo sobre un caballo, se debe imponer la dominancia de manera violenta. Sin embargo, Martín Otxoteko no comparte esta visión. Él cree que no tiene sentido que una especie diferente intente imponerse como líder en el corral del caballo. En cambio, busca establecer una relación de confianza y amistad con el caballo, explicándole las cosas de una manera entretenida para él.
Para lograr esto, Martín Otxoteko utiliza un enfoque lento y paciente. En su primera aproximación a un caballo, busca que no se asuste. Le ofrece comida para establecer una primera interacción positiva. Su objetivo principal en la doma es obtener lo mejor de cada caballo, buscando desarrollar no solo la mansedumbre, sino también la habilidad necesaria para la disciplina deportiva que el caballo va a realizar en el futuro.
Es importante tener en cuenta que cada caballo tiene su propio tiempo y ritmo de aprendizaje. Por eso, Martín Otxoteko no se apresura y busca que el primer contacto con el caballo sea positivo, evitando traumas y miedos. Antes de agarrarlo, acaricia al caballo y le da comida para establecer confianza. Busca estar en una postura menos amenazante, bajándose al nivel del caballo y evitando mirarlo de frente.
En cuanto a las riendas, Martín Otxoteko utiliza un sistema con seis riendas, un bozal y un filete ligero en la boca del caballo para guiarlo de manera suave mientras le da órdenes. Es importante cuidar la sensibilidad en la boca del caballo para no dañar los nervios sensitivos en las encías.
En cuanto al ambiente, Martín Otxoteko afirma que lo ideal sería tener un corral sin pasto, pero en caso de no ser posible, busca adaptarse a las circunstancias. En referencia a la creencia de que el aroma no violento hace perder el brillo del caballo, Martín Otxoteko afirma que hay dos extremos: el del potrillo que se somete a un proceso llamado «imprinting» en el que se interviene desde su nacimiento, y el del caballo que se cría de manera natural sin intervención excesiva. Él busca encontrar un equilibrio entre la mansedumbre y la libertad para que el caballo pueda desarrollarse como un caballo y no como una mascota.
En su acercamiento al caballo en la doma, Martín Otxoteko va realizando movimientos que no asustan al caballo, como no mirarlo fijo y acariciarlo. Utiliza algunos gestos para saludarlo, como soplarle el hocico. Esto va estableciendo una confianza gradual entre el caballo y él.
En conclusión, Martín Otxoteko utiliza un enfoque de doma no violento basado en la confianza y la amistad con el caballo. Su objetivo principal es obtener lo mejor de cada caballo, buscando la mansedumbre y la habilidad necesaria para la disciplina deportiva que cada caballo va a desarrollar en el futuro. A través de una aproximación gradual, Martín Otxoteko establece una relación de confianza con el caballo, evitando traumatismos y miedos. Su enfoque de doma permite ahorrar tiempo y lograr resultados positivos sin violencia. Si te interesa aprender más sobre el mundo de los caballos y estar al día sobre el trabajo de Martín Otxeteko, no dudes en leer otros artículos en nuestra página.