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En los últimos años muchas asociaciones de caballos han discriminado a muchos ejemplares debido a su diferencia de color. Uno de los casos más conocidos es el de la exclusión de los caballos pintos del registro American Quarter Horse. Aunque estos caballos son descendientes de ejemplares con registro en la asociación, son excluidos únicamente por su pelaje no sólido.
Esta discriminación tiene un trasfondo histórico, ya que durante la conquista del oeste, los nativos americanos preferían caballos con pelaje pinto. Esto llevó a asociar a los caballos pintos con el estereotipo de «caballos salvajes», lo cual afectó su posibilidad de ser registrados como cuarto de milla.
Ante esta exclusión, los propietarios de caballos cuarto de milla de color pinto tuvieron que crear su propio registro como raza, dando origen a la American Paint Horse. En esta asociación se aceptan todos los caballos cuarto de milla pintos, sin importar si son hijos de dos caballos pintos o de dos caballos de capa sólida. Además, no se excluye a los ejemplares que no heredaron el color pinto.
El caso de exclusión de los caballos de capa a pelusa por parte de la American Quarter Horse también es relevante. Estos caballos fueron considerados como «caballos salvajes» y llevaron a la creación del Apeule Horse Club, que se encarga de dar registro a todos los caballos con este pelaje.
Otro caso más reciente de discriminación en el mundo de los caballos es el del Club de Criadores de Caballos Palominos. Aunque el color palomino es admitido en el registro de la American Quarter Horse, este club solo acepta caballos cuarto de milla de registro con esta capa en particular.
Estas discriminaciones y exclusiones únicamente por el color han desencadenado un descontrol en el mundo de los caballos. Se están intentando crear razas nuevas basadas únicamente en el color, lo cual es un error. Para establecer una nueva raza, es necesario que los ejemplares cumplan una función específica y cuenten con características fenotípicas y psicológicas diferentes a las demás razas.
Si bien es cierto que los apeluces y los pintos han adquirido características psicológicas diferentes al cuarto de milla, no han desarrollado nuevas características físicas aparte del color. Sin embargo, si esta tendencia continúa, podríamos ver en poco tiempo una proliferación de razas que admiten únicamente un color en su registro.
En conclusión, la discriminación de los caballos por su color es un tema controvertido en el mundo equino. A pesar de la importancia de preservar las características físicas y psicológicas de las razas, es fundamental no excluir ejemplares únicamente por su pelaje. Para estar al día sobre este y otros temas relacionados con los caballos, te invitamos a explorar los otros artículos de nuestra web.