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El Caballo Iberoamericano es una raza de caballo recientemente establecida en Costa Rica. Fue reconocida oficialmente como raza en 1991 con la fundación de la primera asociación dedicada a su crianza y desarrollo. Su historia de creación es curiosa e interesante, ya que su origen se encuentra en dos períodos de tiempo muy separados en la península ibérica, de ahí su nombre.
El primer período importante para la creación de esta raza fue cuando los españoles trajeron caballos de la península ibérica a América, durante el cual se formaron caballos criollos costarricenses. Estos ejemplares fueron llevados a Perú, donde fueron fundamentales en la creación del Caballo Peruano de Paso.
El segundo período relevante fue hasta 1880, cuando los españoles llevaron caballos de la raza Pura Raza Española a Costa Rica. Estos caballos eran considerados de lujo en América y eran muy buscados por las personas de clase alta en Costa Rica. Sin embargo, la demanda era mayor que la oferta, lo que elevaba su precio.
En 1884, también se introdujo el Caballo Peruano de Paso en Costa Rica, que era una versión mejorada del antiguo caballo criollo. Esto llevó a la cría cruzada de caballos españoles y peruanos, resultando en el Caballo Iberoamericano, un caballo vistoso y de estatus social alto.
En los años siguientes, la raza experimentó un gran crecimiento, especialmente en 1929 cuando se trajeron los primeros ejemplares a México, y en 1950 cuando llegó otra oleada de caballos españoles a Costa Rica. Además, se produjo una mezcla entre caballos españoles y peruanos con los caballos criollos costarricenses, lo que llevó a la consolidación final de la raza y la fundación de la Asociación Centroamericana de Creadores del Caballo Iberoamericano en 1991.
El Caballo Iberoamericano se caracteriza por tener una conformación única en comparación con otras razas, como el Caballo Azteca y el Caballo Lippizano. Su tronco es robusto y musculoso, con patas delgadas y finas. Su altura mínima a la cruz es de 1.52 metros y se aceptan todas las capas sólidas, excepto los albinos.
En la actualidad, para registrar un Caballo Iberoamericano se deben usar las razas autorizadas, como el Caballo Costarricense de Paso y el Caballo de Paso Peruano del lado americano, y el Pura Raza Española y el Lusitano del lado ibérico. Además, deben cumplir con el estándar de la raza y tener al menos un 25% de sangre ibérica.
En México, los Caballos Iberoamericanos se han vuelto muy populares en los concursos de baile, ya que obtienen los primeros lugares en las competencias en las que participan.
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