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En el mundo de los caballos, existe una gran variedad de razas y tamaños. Una de las razas más curiosas y adorables son los ponis. Los ponis son caballos pequeños que pesan alrededor de 100 kilogramos y suelen ser muy rústicos y resistentes. Aunque los ponis son considerados los antepasados de los caballos, no son sus antecesores directos. Los ponis existieron hace aproximadamente 55 millones de años y su tamaño era similar al de un gato.
Los ponis han evolucionado de manera diferente a los caballos, pero siguen siendo parte de la misma familia equina. A pesar de su pequeño tamaño, los ponis son capaces de realizar el mismo trabajo que los caballos. Han sido utilizados en minas debido a su tamaño y docilidad, y también han sido empleados para labrar campos de cultivo. Sin embargo, su papel más emblemático es ser la mascota de la realeza y de los niños. Los ponis son realmente hermosos y nos transportan a los sueños de nuestra infancia.
Recientemente, tuvimos la oportunidad de visitar un criadero de caballos y ponis. Uno de los criadores nos presentó a una yegua poni llamada «La Chinche» y a su cría, una mulita llamada «La Chica». Fue fascinante ver cómo estos animales tan diferentes conviven en el mismo lugar.
El criadero nos contó que la reproducción de los ponis no es tan sencilla como parece. La yegua poni tuvo que pasar por un largo proceso para quedar preñada, pero finalmente tuvo éxito y dio a luz a la adorable mulita «La Chica». El periodo de gestación de un poni es de aproximadamente 320 a 360 días después de la fecundación.
En el criadero también pudimos ver otros potrillos y mulitos recién nacidos. Cada semana nace un nuevo bebé en el criadero, ya sea un potrillo o una pequeña mulita. Nos sorprendió la rápida actividad de los recién nacidos, que comienzan a amamantar de cuatro a siete veces al día apenas dos horas después de nacer.
El criadero tiene un sistema de cámaras para monitorear a las yeguas y burras en periodo de parto. Así pueden estar al tanto de las necesidades de los animales y brindarles la ayuda necesaria en el momento adecuado. Es emocionante ver cómo la tecnología se utiliza para cuidar a estos pequeños seres.
Una vez que las crías son amamantadas, se les permite comer pasto y se van independizando gradualmente. El criadero se asegura de proporcionar una alimentación adecuada, pues durante la gestación es fundamental para el desarrollo óseo del animal. Se complementa la alimentación con proteínas y se busca que la yegua o burra dé a luz en un lugar seguro y cómodo.
El manejo de los recién nacidos también es importante. Desde el momento en que nacen, se les realiza un proceso llamado «imprinting», que consiste en educar al potrillo a través del tacto y la tolerancia progresiva de diferentes estímulos. Esto permite que el potrillo se acostumbre a los seres humanos y se deje manipular sin problemas.
En el criadero, cada animal tiene su propia marca de identificación y se lleva registro de todos los ejemplares. Las marcas se realizan de diferentes formas, como con hierros calientes o nitrógeno líquido. Estas marcas son permanentes y ayudan a identificar el origen de los animales.
Las mulas, en particular, tienen una gran importancia en el mundo agropecuario. Son utilizadas como animales de tiro o arrastre, así como para montar en las ganaderías. En el criadero, se está llevando a cabo un programa para criar mulas de paso fino, utilizando un caballo de esta raza como reproductor. El objetivo es obtener mulas con buenos desplazamientos laterales, que son características valoradas en el mundo ecuestre.
Las mulas son el resultado del cruce entre un burro y una yegua, mientras que las mulas romas son el resultado del cruce entre un caballo y una burra. Estas diferencias genéticas hacen que las mulas romas sean consideradas como mulas de mejor calidad y aptas para la equitación.
En conclusión, visitar el criadero de caballos y ponis fue una experiencia fascinante. Pudimos aprender sobre la reproducción y el manejo de estos hermosos animales, y ver de cerca a las crías recién nacidas. Los ponis y las mulas son verdaderas joyas de la naturaleza, y su crianza requiere paciencia y dedicación. El mundo de los caballos es vasto y lleno de sorpresas, y siempre es emocionante descubrir más sobre ellos.
Esperamos que este artículo haya sido de su interés. Si desea obtener más información o estar al día sobre el mundo de los caballos, lo invitamos a explorar otros artículos de nuestra página web.