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En este artículo te voy a mostrar cómo trabajo con mis caballos en la cuerda. El trabajo en la cuerda tiene varios beneficios, especialmente con los caballos jóvenes. Uno de ellos es que les ayuda a concentrarse cuando están en un entorno nuevo y están distraídos. También les ayuda a encontrar su equilibrio en un círculo sin mi peso añadido. Además, me permite evaluar visualmente cómo se mueve el caballo y lo que está haciendo desde el suelo.
Es importante tener en cuenta que el trabajo en la cuerda no debe ser utilizado simplemente para que el caballo gaste energía. No permitas que corra descontroladamente al final de la cuerda. Debes estar entrenando al caballo mientras estás con él, lo cual significa que si hace algo inapropiado, como correr o hacer travesuras, debes intervenir para corregirlo. Es importante que el caballo pueda liberar su energía, pero no de forma descontrolada.
Para trabajar en la cuerda, utilizo un equipo específico llamado «sarita». Este equipo tiene una pieza de metal firme que se coloca en la nariz del caballo y un anillo para la cuerda. Personalmente, prefiero no enganchar la cuerda directamente al filete del caballo, ya que no quiero tirar de su boca a menos que sea necesario. Utilizo la cuerda de manera suelta para trabajar desde la embocadura. Esto ayuda a que el caballo esté cómodo con la embocadura y tenga una boca tranquila.
Es importante elegir un equipo de calidad para el trabajo en la cuerda. Yo he tenido mi «sarita» durante aproximadamente 12 años y sigue en perfectas condiciones. Invertir en equipos de calidad vale la pena a largo plazo. Además, necesitarás una cuerda de trabajo y un látigo de cuerda para completar tu equipo.
Antes de empezar, asegúrate de ajustar correctamente el equipo en tu caballo. La pieza de metal de la «sarita» no debe apretarse en la nariz del caballo, debe haber espacio para meter los dedos debajo. También es importante asegurarse de que las correas estén colocadas de manera que eviten que la pieza de metal golpee los ojos del caballo.
Cuando sujetes la cuerda, asegúrate de mantenerla en línea recta desde tu mano hasta el caballo, al igual que lo harías con las riendas cuando montas. Personalmente, encuentro más comodidad y mejor sensibilidad al sostener la cuerda entre mi dedo meñique y anular. Asegúrate de que la cuerda no toque el suelo, ya que esto indica que la comunicación con el caballo es deficiente.
Una vez que estés listo para comenzar, posiciona al caballo en un círculo y asegúrate de estar en la línea central del cuerpo del caballo, cerca de la grupa. Esto te permitirá enviar tu energía en la dirección que quieras que el caballo vaya. Utiliza tus caderas y tu energía para pedir al caballo que avance en el trote o el galope. Ten en cuenta que es importante caminar en círculos con el caballo para poder utilizar el látigo de manera efectiva y alcanzar al caballo sin tener que estar en un extremo de la cuerda.
Recuerda que el trabajo en la cuerda es una forma de comunicación con el caballo y una herramienta de entrenamiento, no un castigo. Utiliza las transiciones de velocidad para enseñar al caballo a responder a tus instrucciones y recompensa al caballo con descanso cuando haga lo que le pides.
Un último consejo para el trabajo en la cuerda es cómo manejar las riendas y estribos mientras trabajas. Las riendas se deben colocar alrededor del cuello del caballo de manera segura para que no se enreden. También puedes asegurar las correas de los estribos enrollándolas alrededor de la parte delantera y pasándolas por los orificios correspondientes. Esto mantendrá los estribos seguros y evitará que golpeen la silla de montar.
Espero que esta guía te ayude a comprender mejor cómo trabajar con tus caballos en la cuerda. Recuerda siempre utilizar un equipo de calidad, comunicarte de manera efectiva con tu caballo y recompensarle por su buen comportamiento.
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