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¿Cómo saber la edad de un caballo? La edad de los caballos es una de las cosas más importantes que debes conocer, ya que de ella depende los cuidados y los entrenamientos que requiera. Además, si deseas comprar uno, podrás tener una idea de cuántos años te puede durar y para qué te puede servir.
La edad óptima para los caballos es entre los 12 y los 16 años. Ese es el punto en donde han obtenido todas sus fuerzas y han madurado mentalmente. Después de eso, empiezan poco a poco a perder facultades físicas, lo que quiere decir que se hacen más lentos y tardan más en recuperarse.
Si el caballo del que quieres conocer la edad tiene registro, lo único que tienes que hacer es revisar la fecha de nacimiento. Pero si no tiene registro, lo que debes hacer es revisarle los dientes.
Lo primero que se debe observar es la etapa en la que se encuentra el caballo. Estas son tres y están determinadas por el color de los dientes. Pueden ser blancos (temporales o dientes de leche), amarillentos (permanentes en formación), o cafés (dientes permanentes gastados).
Si todos los dientes son blancos, nos indica que el caballo está en la primera etapa y tiene entre uno y dos años. Si tiene dientes blancos y amarillos, está en la transición de la etapa 1 a la etapa 2 y tiene entre dos y cinco años. Si todos son amarillentos, ya está en la etapa 2 y tiene entre cinco y quince años. Si hay dientes amarillos y cafés, está en otra transición de la etapa 2 a la etapa 3 y tiene entre quince y veinte años. Y si todos los dientes son cafés, ya está en la tercera etapa y tiene más de veinte años.
Una vez reconocida la etapa, lo que sigue es obtener una mayor precisión. En cada etapa, el procedimiento es diferente.
En la etapa 1, lo que sigue es contar los dientes. Hay que saber que existen cuatro tipos de dientes: los incisivos (los dientes de enfrente), los caninos (colmillos), los molares (muelas), y el diente de lobo (un diente extraño que pocos caballos presentan). Para contar los dientes, es importante solo contar los dientes de una hilera, ya sea los maxilares (arriba) o los mandibulares (abajo).
Si tiene dos incisivos temporales, tiene menos de un mes. Si tiene cuatro incisivos temporales y tres molares temporales, tiene de dos a cinco meses. Si tiene seis incisivos temporales, tiene de seis a nueve meses. Si tiene cuatro molares, tiene un año. Si tiene cinco molares, tiene año y medio. Si ya tiene dos incisivos permanentes, tiene dos años y medio. Si tiene cuatro incisivos permanentes, tiene tres años y medio. Si tiene dos caninos y seis molares, tiene cuatro años. Y si ya tiene los seis incisivos permanentes, tiene de cuatro años y medio a cinco años.
Es importante saber que los caninos o colmillos solo se presentan en los machos y muy rara vez en las yeguas.
En la etapa 2, lo que se debe observar es una línea en los dientes incisivos llamada surco de galvaine. Este surco se forma como resultado de un ligero doblez o hendidura en el esmalte del diente. Si ya tiene todos sus dientes permanentes y no presenta el surco, tiene de seis a siete años. Si comienza a notarse ligeramente el surco, tiene de ocho a nueve años. Si el surco ya recorrió una cuarta parte del diente, tiene de diez a doce años. Si el surco ya llegó a la mitad del diente, tiene de trece a quince años. Si ya está en tres cuartos del diente, tiene de dieciséis a diecisiete años. Y si el surco ya está en todo el diente, tiene de dieciocho a veinte años. En esta etapa no se puede tener tanta certeza como en la primera, ya que el margen de error puede variar de hasta dos años dependiendo de la raza.
En la última etapa, lo que se debe observar es la eliminación o llenado del surco de galvaine. Así como apareció, se irá borrando conforme pasan los años. Si el surco se comienza a borrar, tiene 21 años. Si se ha borrado en un cuarto del diente, tiene de 22 a 23 años. Si se ha borrado en la mitad del diente, tiene de 24 a 26 años. Si se ha borrado en tres cuartas partes del diente, tiene de 27 a 29 años. Y si se ha borrado totalmente de todo el diente, tiene 30 años o más. Después de los 30 años, ya no hay manera de saber la edad con este método.
Si en algún caso los dientes del caballo estuvieran manchados y fuera imposible distinguir la etapa por el color, también se puede distinguir por la forma y la posición. Los dientes temporales, además de ser blancos, tienen una forma redonda en la superficie de la mordida y al morder quedan posicionados de forma vertical. Los dientes permanentes, cuando son amarillos, tienen una forma ovalada y comienzan a inclinarse formando un ángulo cercano a los 90 grados. Cuando son de color café, su forma ya es triangular y su inclinación se asemeja más a un ángulo de 45 grados.
Para realizar la observación, solo es necesario abrir con suavidad los labios del caballo. Se debe evitar sacar la lengua del animal y tirar de ella para abrir la boca, ya que esto es peligroso y puede ocasionar lesiones graves.
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