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Bienvenidos al mundo ganadero y equino, en esta ocasión vamos a abordar de una manera innovadora el tema de la comercialización del caballo criollo colombiano. En este artículo, tendremos un diálogo interesante con un docente de la corporación de Kinos sobre este tema. Exploraremos la historia, características y la importancia del caballo criollo colombiano en diversas actividades.
El caballo colombiano es un animal que lleva más de 500 años de adaptación en estas tierras, desde su llegada con los españoles. A lo largo de los años, ha experimentado transformaciones hasta convertirse en el caballo de silla utilizado en múltiples eventos históricos de Colombia. Actualmente, es utilizado principalmente como animal de diversión y paseo, pero también desempeña un papel fundamental en actividades de campo como la vaquería, el transporte, la carga y el tiro.
Una de las dificultades para trazar el precio de un caballo criollo es el componente subjetivo de las cualidades deseables, como el color, la alzada, los movimientos y el temperamento. Esto hace que el precio de compra o venta sea variable y dependa del gusto de cada individuo.
El caballo criollo colombiano se caracteriza por ser de sangre caliente, lo que le da un temperamento fogoso y brío en comparación con otras razas. Tiene proporciones equilibradas y es adecuado para el campo y diferentes deportes. Su peso oscila entre 300 y 350 kilos y su alzada entre 136 y 142 centímetros.
En cuanto a la comercialización, la forma más común en Colombia ha sido la venta informal en ferias y calles de los pueblos, donde se muestra el caballo al comprador. También existen subastas, donde se establecen precios mínimos y los compradores hacen ofertas máximas.
Es importante destacar que el caballo criollo colombiano no solo se utiliza como caballo de exposición, sino también en actividades como la cabalgata, el trabajo en el campo y el tiro. Sin embargo, muchas veces se ha enfocado exclusivamente en la crianza de caballos de exposición, dejando de lado otras modalidades.
En el mundo globalizado y moderno, la comunicación y los medios han impactado a los propietarios de caballos criollos colombianos, permitiéndoles conocer otras razas y alternativas para actividades de cabalgata y trabajo. Esto ha llevado a una diversificación en la oferta interna de caballos.
En Colombia, se ha generado un esfuerzo por formar jóvenes en la administración de empresas equinas, pero aún falta abrir los ojos hacia afuera y reconocer el potencial de ser un productor de caballos. Para lograrlo, es necesario contar con escuelas especializadas que enseñen diferentes métodos de doma y manejo de caballos, enriqueciendo la forma de criar y manejar el caballo criollo colombiano.
En resumen, el caballo criollo colombiano tiene una rica historia y desempeña un papel fundamental en diversas actividades. Su comercialización varía según las preferencias personales y es necesario abrirse a otras modalidades de uso. Además, es importante invertir en la formación académica y especialización en la cría y manejo de estos caballos para potenciar su mercado a nivel internacional.
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