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En este artículo, vamos a hablar sobre el proceso de entrenamiento de Skittles, una yegua joven que está aprendiendo a confiar en los humanos y a permitir que le toquen las patas. Desde el principio, hemos sabido que es importante que ella se acostumbre a ser manejada y a tener sus patas recortadas para asegurarnos de que esté sana y segura. Sin embargo, hemos tenido algunos desafíos a lo largo del camino. Skittles ha mostrado cierta resistencia a que le toquen las patas y ha intentado patearnos para evitarlo. Pero estamos comprometidos a superar estos obstáculos y ayudarla a sentirse cómoda con el contacto humano en todas partes de su cuerpo.
Para comenzar, hemos utilizado un pequeño corral redondo para pedirle a Skittles que ceda un poco y nos permita tocar sus patas. Hemos sido pacientes y cuidadosos, y poco a poco ha ido aceptando cada vez más el contacto. Sin embargo, todavía no nos ve como sus líderes y esto es algo en lo que trabajaremos en esta sesión.
Una estrategia que hemos utilizado para ayudar a Skittles a sentirse más segura es dejarle puesto el cabezal con una tira de plástico que se romperá si se engancha en algo. De esta manera, si se siente asustada, sabemos que podremos liberarla rápidamente sin asustarla aún más. Además, hemos descubierto que esto ha ayudado a que se acostumbre a llevar el cabezal y a ser liderada por nosotros.
Cuando hemos logrado ponerle el cabezal, hemos podido avanzar en el proceso de acariciarla suavemente y hacer que se sienta cómoda con nosotros. Sin embargo, todavía no nos ve como sus líderes y esto es algo en lo que trabajaremos en esta sesión.
En esta sesión, decidimos llevar a Skittles afuera al corral para trabajar en su obediencia y hacer que se mueva un poco más. Le pedimos que se mueva alrededor del corral, aunque ella sigue mostrando cierta resistencia y miedo. Pero poco a poco, vamos logrando que se mueva más y que empiece a confiar en nosotros como sus líderes.
A continuación, nos enfocamos en el proceso de acariciar sus patas. Le pedimos que levante las patas y, aunque al principio mostró cierta inseguridad, poco a poco se fue relajando y permitió que le tocáramos las patas sin problemas. Esto es muy importante, ya que eventualmente necesitaremos recortarle las patas y queremos asegurarnos de que esté cómoda con esto.
En general, estamos muy contentos con los avances que hemos logrado con Skittles. Aunque todavía queda mucho camino por recorrer, estamos seguros de que con paciencia y dedicación, podremos lograr que confíe en nosotros y se sienta cómoda en todas las áreas de su entrenamiento. Su bienestar y seguridad son nuestras prioridades y continuaremos trabajando para asegurarnos de que tenga una vida feliz y saludable.
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