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Las mulas son reconocidas por su capacidad y resistencia en las diferentes labores a las que son sometidas. Actualmente, se consideran uno de los mejores animales de monte y de paso fino. Cada vez más, los caballistas están prefiriendo la suavidad y estilo en el paso de la mula.
En el pasado, las mulas solían ser resabiadas y desobedientes, producto de la cría poco cuidadosa entre un burro barato y una yegua ordinaria. Sin embargo, en la actualidad, las mulas poseen personalidad, inteligencia y reconocen a su arrendador o propietario. Son capaces de llevarlos a cualquier parte con su paso tranquilo y seguro. Sin embargo, para lograr esto, es importante someterlas a un proceso de adiestramiento conocido como «arrendar».
El adiestramiento de las mulas comienza desde una edad temprana, incluso desde las primeras horas después de su nacimiento. En este proceso, se busca impregnar en la memoria del animal el contacto con las personas. En las primeras 24 horas de vida, las crías aprenden a reaccionar ante estímulos exteriores, que quedarán grabados en su memoria para siempre.
Para enseñarles a familiarizarse con la presencia humana, se inicia estimulando su cabeza. Si el animal todavía no se ha puesto en pie, se debe acariciar durante una hora. Si ya está apoyado en sus cuatro patas, se le debe impregnar el contacto por diez minutos. Con repeticiones de hasta cien veces, se enseña al animal a permitir que le toquen en la cabeza.
También se realizan repeticiones de tocar las orejas y la boca del animal con el fin de acostumbrarlo a estas acciones. Se introducen los dedos en la boca y se realizan movimientos hasta que el animal no presente ninguna reacción. Además, se deben hacer flexiones en las extremidades del animal para beneficiar el proceso de colocarle herrajes en un futuro.
El proceso de arrendar los ejemplares varía, pero en este criadero se comienza a arrendar a partir de los 30 meses de edad. El proceso de adiestramiento y arrendamiento toma alrededor de un año. Sin embargo, animales con buena voluntad y mansedumbre pueden estar bien arrendados antes de este periodo.
Es importante resaltar que este proceso de adiestramiento y conexión con los animales no es exclusivo de las mulas, también se puede realizar con burros desde una edad temprana. Las caricias y el contacto frecuente con los seres humanos ayudan a que estos animales se vuelvan dóciles y confíen en las personas.
Después de este proceso de adiestramiento, las mulas están preparadas para llevar monturas, responder a las riendas y desplazarse suavemente en diferentes andares. Existen mulas de paso fino, que se caracterizan por realizar laterales en su paso y mulas de trote y galope, que se desplazan de manera elegante y armoniosa.
En conclusión, las mulas son animales altamente valorados en el mundo de la equitación, gracias a su resistencia, capacidad y suavidad en el paso. Su adiestramiento requiere paciencia, amor y conexión con los animales. Si deseas saber más sobre el mundo de los caballos y las mulas, te invitamos a explorar otros artículos en nuestra página web para estar al día en este fascinante mundo.