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En esta finca, ubicada en Oro Negro, contamos con caballos y mulas para el trabajo diario. Cada animal es clasificado según las necesidades del trabajo que debe realizar. Sin embargo, surge la pregunta de cuánto tiempo es necesario esperar después de alimentarlos para comenzar a trabajar.
En las fincas, la mayoría de los trabajos se llevan a cabo por la mañana y hay poco tiempo entre la alimentación y el inicio de las tareas. Por esta razón, en esta finca nos esforzamos por alimentar a los caballos y mulas temprano en la mañana. Para esto, utilizamos caña de azúcar como alimento, pues brinda una gran cantidad de energía. Sin embargo, es importante tener en cuenta algunas condiciones y precauciones al utilizar este alimento, ya que si no se maneja correctamente puede causar cólicos y otros problemas.
La caña de azúcar es picada en una máquina que debe tener cuchillas afiladas y bien ajustadas. Esto facilita su absorción por parte del caballo y ayuda a evitar que el animal tenga que tragarla en trozos grandes, lo que podría causarle dolor estomacal o cólicos. Además, es importante golpear los nudos de la caña con un mazo u otro instrumento para romper las partes duras y facilitar aún más su digestión.
Lo ideal sería que los caballos y mulas pudieran comer caña de azúcar durante unas dos horas antes de comenzar a trabajar. Sin embargo, en esta finca, debido a la actividad temprana, los animales suelen alimentarse por la noche con sal o en el potrero para asegurarse de que estén saciados por la mañana. Esto significa que a menudo salen a trabajar sin haber comido caña de azúcar suficiente, ya que este alimento requiere un tiempo de digestión adecuado.
Además de la alimentación, otro aspecto importante a considerar al enseñar a un caballo o mula a trabajar es el peso que deben llevar. No se puede sobrecargar al animal con demasiados objetos, ya que deben soportar el peso del jinete y la montura. En esta finca, utilizamos una silla ligera que pesa solo 7 kilos. Nos aseguramos de que la parte que toca al caballo sea ergonómica y se adapte a la forma de su lomo para evitar lesiones o molestias. También es importante ajustar la silla correctamente para evitar cualquier desajuste que pueda afectar al animal durante el trabajo.
Antes de comenzar a trabajar, es fundamental asegurarse de que el caballo o mula esté fresco y cómodo. Se recomienda refrescar la montura y la alfombra que se coloca debajo de la silla para eliminar cualquier exceso de calor y permitir que el animal trabaje de forma más cómoda. Asimismo, almorzar en el potrero implica soltar las cinchas que ejercen presión sobre el abdomen del animal.
En el caso de las mulas utilizadas en las fincas, es importante usar un tipo de riendas que no tenga puntas afiladas, ya que podrían causar lesiones en el animal. Se recomienda utilizar riendas redondeadas que permitan indicar al animal cuando es necesario caminar o avanzar un poco en el paso, pero evitando cualquier maltrato.
Una vez que el animal está preparado de manera adecuada, se puede comenzar a trabajar en el campo. Esto implica enseñarles cómo deben realizar las tareas específicas relacionadas con la ganadería. Cada tarea requerirá una instrucción específica y un manejo cuidadoso para garantizar la eficiencia y el bienestar de los animales.
En resumen, en esta finca se busca alimentar a los caballos y mulas temprano en la mañana con caña de azúcar para brindarles la energía que necesitan. Se toman precauciones para manejar adecuadamente la caña y garantizar una digestión óptima. Además, se utiliza una silla de montar liviana y cómoda, y se evitan implementos agresivos en el manejo de las mulas. Todos estos cuidados contribuyen a un trabajo eficiente y respetuoso con el bienestar de los animales.
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